País lleno de maravillas, desde la Ciudadela de Amman, la cual sorprende y ciudad que nadie debe perderse, con su cercana Jerash, Considerada una de las ciudades romanas más importantes y mejor conservadas del Próximo Oriente.
La reserva de la biosfera de Dana de camino al que para mí es uno de los lugares más impresionante que he visitado nunca, PETRA, lugar donde todo el mundo debería ir al menos una vez en la vida.
Con Petra no se acaba todo en Jordania, la siguiente parada es el desierto considerado como el más bello del mundo, Wadi Rum, lugar de Beduinos y donde Lawrence de Arabia ya describía sus indescriptibles paisajes montañosos.
Para recuperarnos del sofocante calor del desierto tenemos la posibilidad de bañarnos en el salado mar Muerto que se encuentra 416,5 m bajo el nivel del mar o descubrir uno de los mejores fondos marinos en el mar Rojo.
Para terminar a lo grande se ha de ir a lo más parecido a un parque acuático natural, la reserva de la biofera de Mujib es la reserva situada a menor altitud del mundo, esta situada en el profundo cañón de Wadi Mujib.